LA ORGANIZACIÓN Y LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO FRENTE A LOS ABUSOS DEL PODER
En el trabajo de cualquier organización social hay una parte esencial que es invisible a los ojos, como diría El Principito de Saint-Exupéry. Ayer, 29/4/2021, DOLORES, LUIS, SALMA, JOSÉ y ANTONIA, firmaron un nuevo contrato hipotecario con el banco para pagar 300 € mes hasta que liquiden la deuda.
Corría el año 2006 cuando a DOLORES y a LUIS les tocó el “premio gordo” en un sorteo de viviendas de protección oficial en Vitoria-Gasteiz. Para pagar el piso tuvieron que pedir un crédito hipotecario al ahora Kutxabank. Les dieron el préstamo, pero limitándoles el plazo de devolución debido a su edad, lo que elevó la cuota hipotecaria mensual a mas de 750 €. También les obligaron a incluir en el préstamo, como fiadores hipotecarios, a sus padres, JOSÉ y ANTONIA. Durante años pagaron religiosamente, hasta que a finales de 2015 perdieron su puesto de trabajo. LUIS consiguió un subsidio de paro de 450 €, pero en el trabajo de DOLORES no habían cotizado por ella. Los padres no pudieron ayudarles, porque dependían de la pensión de JOSÉ, electricista de profesión, que no era muy alta.
En enero de 2016, desesperados, se pusieron en contacto con KALERATZEAK STOP, y sintieron el aliento solidario y la complicidad y apoyo de quienes habían pasado, o estaban pasando, por el mismo trance. El banco los metió a todos en el fichero de morosos, y costó sangre, sudor, y lágrimas que los sacaran. Gracias a la movilización de la PAH, a principios de la década del 2010, que había protagonizado miles de acciones y conseguido millón y medio de firmas para que el parlamento tomase medidas, teníamos entonces más herramientas de lucha que al principio de la crisis, para impedir que subastaran el piso por la mitad de su valor y dejaran a las familias con deudas de por vida.
DOLORES y LUIS pudieron acogerse al CÓDIGO DE BUENAS PRÁCTICAS BANCARIAS (CBPB) y durante cinco años han podido respirar pagando el euribor mas un 0,25%, 25 euros al mes. En el nuevo acuerdo hipotecario ya no hay cláusulas abusivas, como la de que te puedan pedir la devolución de todo el préstamo si dejas de pagar una cuota, o un interés de demora del 20%, o tantas otras, y esta familia trabajadora, abuelos, padres, y nieta, podrán disfrutar de sus casas sin la angustia diaria de sentir que pueden perderla y ver arruinada su vida. Ellos ponen nombre y cara a tantas que han pasado por la PAH, y a todas las que aún siguen, después de años, sin haber resuelto un problema que día a día te consume la vida. El derecho y la jurisprudencia internacional dicen que tener un techo es un derecho, pero el poder económico, político, y judicial, han convertido la vivienda en un suculento negocio, y como decía SOLÓN de ATENAS: "las leyes son como telas de araña que enredan al débil y rompen los poderosos". Por eso la organización y la lucha son necesarias frente a los abusos del poder.
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